Receta fácil de tarta salada con calabaza, bacon y queso: sabor irresistible para tu otoño

Descubre cómo preparar esta tarta salada con ingredientes sencillos pero con un sabor gourmet, perfecta para una cena acogedora o una comida familiar.

Cuando el aire empieza a refrescar y las hojas cubren el suelo con tonos dorados, no hay nada más reconfortante que preparar una receta cálida, sencilla y llena de sabor. La tarta salada de calabaza con bacon, queso y avellanas es una de esas delicias que encantan desde el primer bocado. Esta receta combina la suavidad de la calabaza asada, el toque salado y crujiente del bacon, el fondant del queso gratinado y la textura única de las avellanas troceadas.

Es una opción perfecta tanto para una comida en familia como para una cena improvisada con amigos. Además de ser muy sabrosa, es muy fácil de preparar y se puede adaptar según tus gustos o los ingredientes que tengas en casa. ¿No tienes bacon? Sustitúyelo por champiñones salteados para una versión vegetariana. ¿Prefieres un queso más intenso? Prueba con roquefort o queso de cabra.

Otra ventaja de esta receta es su aspecto visual: con sus colores cálidos y su presentación rústica, esta tarta conquista también por la vista. No es de extrañar que se haya convertido en una de las tartas saladas favoritas de muchos hogares en otoño e invierno.

En este artículo, te explicamos paso a paso cómo preparar esta exquisita tarta en casa, con ingredientes simples y un resultado espectacular. Prepárate para disfrutar de una explosión de sabores que te hará querer repetirla cada semana. ¡Vamos a la cocina!

📝 Ingredientes y preparación inicial

Antes de sumergirnos en la elaboración de esta deliciosa tarta salada de calabaza, bacon, queso y avellanas, es esencial preparar todos los ingredientes. Como ocurre con muchas recetas caseras, lo ideal es utilizar productos frescos y de calidad para lograr un sabor más auténtico. A continuación, te presentamos los ingredientes necesarios y algunas recomendaciones previas para facilitar la preparación.

Ingrediente Cantidad
Masa quebrada 1 lámina
Calabaza butternut (pelada y cortada en cubos pequeños) 500 g
Bacon en tiras 150 g
Queso rallado (emmental, comté o similar) 100 g
Avellanas tostadas y troceadas 2 cucharadas
Huevos 3 unidades
Nata líquida (crema para cocinar) 20 cl
Sal, pimienta, nuez moscada al gusto
Aceite de oliva 1 cucharada

🔪 Preparación inicial:
Empieza pelando y cortando la calabaza en dados pequeños para que se cocinen más rápidamente. En una sartén con una cucharada de aceite de oliva, sofríe los cubos de calabaza durante 10 minutos a fuego medio, removiendo de vez en cuando para que se doren ligeramente. No es necesario que se cocinen del todo, ya que terminarán su cocción en el horno.

Mientras la calabaza se cocina, extiende la masa quebrada en un molde para tartas previamente engrasado o cubierto con papel vegetal. Pincha ligeramente la base con un tenedor para evitar que se infle durante el horneado.

En otra sartén, sin añadir grasa, cocina las tiras de bacon hasta que estén doradas y crujientes. Retira del fuego y deja escurrir sobre papel absorbente.

Con todos los ingredientes listos, estás preparado para montar tu tarta con facilidad. En el siguiente apartado te explicamos cómo combinar cada elemento para obtener una textura perfecta y un sabor equilibrado.

👩‍🍳 Montaje y cocción de la tarta salada

Con todos los ingredientes previamente cocinados y listos, ha llegado el momento de ensamblar esta deliciosa tarta salada de calabaza, bacon, queso y avellanas. Este paso es esencial para asegurar una distribución armoniosa de sabores y texturas en cada porción. Aquí te guiamos paso a paso para que tu tarta quede dorada, jugosa y absolutamente irresistible.

🔄 Montaje:
Empieza por colocar los dados de calabaza asados sobre la base de masa quebrada ya extendida en el molde. Distribúyelos de manera uniforme para cubrir toda la superficie. A continuación, reparte las tiras de bacon crujientes sobre la calabaza. No dudes en presionar ligeramente con una cuchara para integrar ambos ingredientes.

Espolvorea por encima el queso rallado que hayas elegido. Si te gusta un sabor más suave, el emmental o el gruyère son opciones ideales. Si prefieres un sabor más pronunciado, puedes optar por comté o incluso mezclar varios tipos de queso para un resultado aún más gourmet.

En un bol aparte, bate los huevos con la nata líquida. Añade una pizca de sal, pimienta negra y un toque de nuez moscada. Esta mezcla cremosa será la base que unificará todos los sabores en la cocción. Vierte esta mezcla con cuidado sobre el resto de los ingredientes en el molde, asegurándote de que se distribuya de manera uniforme.

Como toque final, añade las avellanas tostadas y troceadas por encima. Este ingrediente aporta un crujiente muy agradable que contrasta con la suavidad de la calabaza y la cremosidad del relleno. Además, su sabor ligeramente dulce y tostado eleva el conjunto de la tarta a otro nivel.

🔥 Cocción:
Precalienta el horno a 180°C (356°F). Coloca la tarta en el centro del horno y hornea durante unos 35 a 40 minutos, o hasta que la superficie esté dorada y el relleno cuajado. La masa debe quedar bien cocida y crujiente, sin partes blandas en la base.

Un buen truco para saber si la tarta está lista es insertar un cuchillo en el centro: si sale limpio, ¡es hora de sacarla del horno! Déjala reposar unos minutos antes de desmoldar, para que se asiente y sea más fácil de cortar.

Esta tarta salada se puede servir caliente, templada o incluso fría al día siguiente. Acompañada de una ensalada verde con vinagreta ligera, se transforma en una comida completa y equilibrada que encantará a toda la familia. También es perfecta para llevar al trabajo o a un picnic.

💡 Consejos y variantes para personalizar tu tarta salada

Una de las grandes ventajas de esta tarta salada de calabaza, bacon, queso y avellanas es su versatilidad. Aunque ya de por sí es una delicia con la receta base, puedes adaptarla según tus preferencias, tus necesidades dietéticas o lo que tengas en tu despensa. Aquí te damos una serie de consejos y variantes para que tu tarta nunca sea aburrida y siempre sorprenda.

🍄 Opción vegetariana:
Si prefieres evitar el bacon o cocinar para personas vegetarianas, puedes sustituirlo fácilmente por champiñones salteados con ajo, espinacas frescas o incluso tomates secos. Estos ingredientes aportan umami y textura sin necesidad de carne.

🧀 Varía los quesos:
¿Quieres darle un toque más intenso? Cambia el queso emmental por queso azul, queso de cabra o incluso parmesano. Para un sabor más suave, mozzarella o queso ricotta son excelentes alternativas. Jugar con diferentes combinaciones de quesos te permitirá crear nuevas versiones con un perfil de sabor único.

🌰 Más frutos secos:
Si no tienes avellanas, no pasa nada. Puedes utilizar nueces, almendras laminadas o pistachos troceados. El objetivo es aportar ese contraste crujiente que realza la textura del plato y añade un toque gourmet.

🌶 Para los amantes del picante:
Agrega un poco de pimentón picante, unas hojuelas de chile o incluso un poco de chorizo picante en lugar del bacon. Esta versión sorprenderá a los paladares más atrevidos sin perder el equilibrio del plato.

🥚 Textura aún más cremosa:
¿Quieres que el relleno sea más suave y cremoso? Sustituye parte de la nata líquida por queso crema o añade un huevo extra a la mezcla. También puedes incorporar un poco de puré de calabaza directamente a la mezcla de huevos para intensificar el sabor.

🥗 Acompañamientos sugeridos:
Esta tarta combina a la perfección con una ensalada de hojas verdes, rúcula con peras o incluso una sopa ligera de verduras como entrante. También puedes servirla con una copa de vino blanco seco para una cena más sofisticada.

📦 Conservación:
Guarda los restos de la tarta en un recipiente hermético en el frigorífico. Se conserva bien durante 2 a 3 días y se puede recalentar en el horno a baja temperatura para que recupere su textura crujiente. También es una excelente opción para preparar con antelación.

Como ves, las posibilidades son casi infinitas. Esta receta es una base perfecta para dejar volar tu imaginación en la cocina y aprovechar ingredientes de temporada. No dudes en experimentar y compartir tu versión personal de la tarta en redes sociales o con tus seres queridos. ¡Seguro que triunfas!